Puede que Taylor esté en la cima del mundo, pero ha hablado abiertamente de sus problemas de salud mental y de las batallas que ha enfrentado su familia, incluida la desgarradora batalla de su madre contra el cáncer.

A finales del año pasado, la influyente revista estadounidense Time le otorgó  a Taylor Swift  el premio Persona del Año. En la entrevista que acompaña el premio, la cantante  comentó sobre el éxito mundial  de  The Eras Tour : “Se siente como el momento decisivo de mi carrera, que sucedió a los 33 años. Y por primera vez en mi vida, fui lo suficientemente fuerte mentalmente para afrontar lo que eso conlleva”.

¿Y qué trae consigo eso? Un nivel de fama que sólo han experimentado un puñado de mujeres en todo el planeta, en cualquier momento de los tiempos modernos, equivalente sólo a la atención que han experimentado iconos legendarios como  Elizabeth Taylor,  la princesa Diana  y  Madonna;  un nivel casi sin precedentes de intrusión en su vida privada (hay que reconocer que alimentado por la naturaleza confesional de sus letras); y, por supuesto, una enorme presión para no fracasar.

En 2023, Taylor fue nombrada Persona del Año por la revista Time (Imagen: taylorswift13/Twitter) 

A lo largo de los años, la atención, tanto buena como mala, ha tenido un efecto en la salud mental de Taylor, pero desde el principio ha compartido sus emociones a través del medio catártico de sus composiciones. En 2010, dijo: “Desde muy joven, cada vez que sentía dolor pensaba: ‘Está bien, puedo escribir sobre esto después de la escuela’. Cuando era niña, aprendí a procesar mis emociones escribiendo. Cada vez que algo me duele, como el rechazo, la tristeza o la soledad, o siento alegría, o me enamoro, me pregunto: ‘¿Puedo escribir una canción sobre esto para saber cómo me siento?’”.

Como resultado, Taylor ha hablado abiertamente  de las batallas que ha enfrentado, desde el acoso escolar  hasta  la batalla de su madre contra el cáncer,  su caso de agresión sexual y la devastadora venta de los derechos del máster de su álbum. Difícilmente podría haber imaginado en 2016, cuando parecía que su carrera podría haber terminado, que llegaría a la lista de multimillonarios mundiales de Forbes, como lo hizo este año.

Taylor llegó a la lista mundial de multimillonarios de Forbes (Imagen: AFP vía Getty Images) 

Fue el punto álgido de la disputa entre ella,  Kanye West  y  Kim Kardashian , que había comenzado en los MTV Music Video Awards en 2009. Kanye tendió una emboscada a Taylor en el escenario cuando ella aceptaba su premio al Mejor Vídeo Femenino, gritando: “Oye, Taylor, estoy muy feliz por ti y te dejaré terminar, pero Beyoncé tuvo uno de los mejores vídeos de todos los tiempos. ¡Uno de los mejores vídeos de todos los tiempos!”. Se dio una disculpa, pero la disputa continuó hasta una reconciliación pública en 2015.

Luego vino la bomba de la “perra”: en 2016, cuando lanzó una canción llamada Famous, Kanye cantó: “Siento que Taylor y yo todavía podríamos tener sexo / ¿Por qué? Hice famosa a esa perra”. Dijo que la canción tenía la bendición de Taylor, algo que Taylor negó. Luego Kim afirmó tener una grabación de Taylor accediendo a la canción, y la etiquetó como una serpiente. Los emojis de serpientes abundaron en Internet, al igual que el hashtag #taylorswiftisoverparty.

Pero Taylor se vengó, adoptando el tema de la serpiente y convirtiéndolo en el centro de su gira y álbum Reputation. Parecía que había reído la última. Sin embargo, en 2019 habló del impacto que tuvo el episodio en su vida, diciendo: “Una humillación pública masiva, con millones de personas diciendo que estás, entre comillas, cancelada, es una experiencia muy aislante. No creo que haya mucha gente que pueda entender realmente lo que es que millones de personas te odien en voz muy alta”.

La disputa entre ella y Kanye West comenzó en los MTV Music Video Awards en 2009 (Imagen: Getty Images) 

Añadió: “Me di cuenta de que necesitaba reestructurar mi vida porque sentía que estaba completamente fuera de control. Sabía que necesitaba hacer música al respecto porque sabía que era la única forma en que podía sobrevivir. Era la única forma en que podía preservar mi salud mental y también contar la historia de lo que es pasar por algo tan humillante”. En la entrevista con Time del año pasado, Taylor reiteró: “No se equivoquen, me arrebataron mi carrera… No salí de una casa alquilada durante un año. Tenía miedo de hacer llamadas telefónicas. Alejé a la mayoría de las personas en mi vida porque ya no confiaba en nadie”.

Ese tema de recuperar el control es uno que resonaría en todas sus luchas y su solución para superarlas. En 2022, una contemporánea, Jessica McLane, afirmó: “La mayoría de la gente la odiaba” cuando Taylor estaba en Hendersonville High School en Nashville. La cantante invitó a sus compañeros de clase a los Premios CMA de 2009, pero no, aparentemente, como un acto de amistad: “Nos invitó a los CMA para decirnos que nos jodieran. Y nos lo merecíamos”, dijo Jessica.

Sin embargo, tal vez la mejor ilustración del poder femenino de Taylor haya sido su reacción al perder los derechos de las grabaciones de sus primeros seis álbumes. En 2019, Scooter Braun compró Big Machine Records, anteriormente propiedad de Scott Borchetta, y con ella los derechos de sus canciones. A Taylor se le había dado la oportunidad de comprar los derechos, pero solo si se comprometía con Big Machine por otros seis álbumes. Pero, aunque perdió los derechos de la música grabada, como compositora, todavía tenía los derechos de publicación.

La estrella recuperó el control con su música (Imagen: Getty Images) 

A partir de 2021, comenzó a regrabar sus álbumes como “Taylor’s Version”. El caso será estudiado por abogados de derechos de autor durante los próximos años y sirvió como un impulso para los derechos de los artistas discográficos en todo el mundo. Asimismo, en 2017, Taylor defendió los derechos de las mujeres agraviadas con su demanda civil por agresión sexual contra el DJ de KYGO, David Mueller. El DJ perdió su trabajo después de que el equipo de Taylor le dijera a sus jefes que había manoseado a la estrella durante un encuentro en 2013, y él la demandó por difamación.

Su madre, Andrea, explicó que, en un principio, ella y Taylor habían querido afrontar el asunto en silencio: “No quería que este acontecimiento definiera su vida. No quería que tuviera que vivir con los interminables memes y gifs que los medios sensacionalistas y los trolls de Internet decidieron crear, manipulando las imágenes… y haciéndola revivir este horrible momento una y otra vez”.

Al acudir a los tribunales, Taylor defendió a las mujeres que se sienten incapaces de denunciar una agresión sexual. Ganó y Mueller tuvo que pagar una indemnización simbólica de un dólar. La resiliencia de Taylor para defenderse frente a los acosadores (ya sea en la escuela, la industria discográfica o los medios de comunicación) se ha visto impulsada por un vínculo familiar inquebrantable, en particular con su madre, Andrea. Llama a su madre su “fuerza guía” y dice: “Me crió para ser lógica y práctica. Crecí con una mujer muy fuerte en mi vida y creo que eso tuvo mucho que ver con que no quisiera hacer nada a medias”.

Taylor y su madre tienen un vínculo inquebrantable (Imagen: Getty Images North America) 

En 2015, Andrea fue diagnosticada con cáncer, una enfermedad devastadora. Había sido un rostro familiar en las giras de Taylor, acompañando a su hija a espectáculos por todo el mundo, y Taylor le dijo a sus fans en Tumblr: “Quería que supieran por qué es posible que no esté en tantos espectáculos en esta gira. Tiene una batalla importante que librar”.

En su álbum Lover, Taylor incluyó una canción titulada Soon You’ll Get Better. La desgarradora letra incluye los versos: “Y odio hacer que todo esto sea sobre mí / Pero, ¿con quién se supone que debo hablar? / ¿Qué se supone que debo hacer / Si no estás tú?”. Taylor le dijo a la revista Elle: “Me ha enseñado que hay problemas reales y luego está todo lo demás. El cáncer de mi madre es un problema real. Solía ​​estar muy ansiosa por los altibajos diarios. Ahora dedico toda mi preocupación, estrés y oraciones a los problemas reales”.

A finales de 2019, el cáncer de Andrea regresó y al año siguiente le diagnosticaron un tumor cerebral. Taylor dijo: “Los síntomas que sufre una persona cuando tiene un tumor cerebral no se parecen en nada a lo que hemos vivido antes con su cáncer. Así que ha sido un momento muy difícil para nosotros como familia”.

Taylor no ha dado ninguna actualización sobre los problemas de salud de Andrea desde hace un tiempo, pero sus apariciones en los conciertos del Eras Tour y en los partidos de los Kansas City Chiefs de Travis Kelce sugieren que se ha recuperado y que, con suerte, estará al lado de su hija, apoyándola durante los próximos años. Pero pase lo que pase en el futuro, no hay duda de que Taylor escribirá sobre ello. Como dice: “Hay una cosa que he aprendido: mi respuesta a cualquier cosa que pase, buena o mala, es seguir haciendo cosas. Seguir haciendo arte”.